La calzada es relativamente estrecha y los conductores deben circular con cuidado ya que existen varios elementos a tener en cuenta: los ciclistas y los peatones. Todos ellos gozan de prioridad sobre el vehículo por lo que el conductor debe “estar permanentemente atento”. Esta atención se puede mantener si circulamos a 30 kilómetros por hora, el problema radica -según apuntan- es que al circular a velocidades cercanas a 70 km perdemos visibilidad en la zona exterior de nuestro carril.
El campo de visibilidad circulando a 70 km/h se reduce en algo menos de 70 grados y la distancia de frenado en caso de emergencia sería entre 35 y 40 metros. Es decir, si cruza un peatón y el conductor lo ve “tarde” el vehículo tardaría hasta 40 metros en detenerse del todo.